ECONOMIA VISIBLE Y ECONOMIA INVISIBLE
La Riqueza generada en el mundo serían de 120 billones de dólares, de los cuales sólo 60 billones están contabilizados en el PBI, mientras que la otra mitad se desenvuelve en la “economía invisible”
Usualmente se confunde Riqueza con Dinero. El Dinero es la parte más líquida de la Riqueza, que es un término más amplio.
Alguien que tiene mucho dinero y activos pero no tiene salud, estaría dispuesto a dar parte de su fortuna para recuperarla. En consecuencia, si Ud. goza de buena salud, podría considerar que tiene una forma de Riqueza no monetaria.
Conceptualmente la Riqueza está formada por cualquier bien o servicio que proporcione bienestar. Bajo este marco la Riqueza alcanza una nueva dimensión. Pues esos bienes o servicios pueden obtenerse en la economía monetaria o fuera de ella. Por ejemplo si Ud. decide comer ceviche en un reconocido restaurante, Ud. está contribuyendo a la Riqueza Nacional. Esa transacción queda registrada y formará parte del PBI. Pero si Ud. decide elaborar su propio ceviche (que puede ser incluso mejor que el del restaurante), no queda registrada en el PBI pues no hay una transacción monetaria de por medio. Pero en ambos casos Ud. obtuvo una satisfacción que le proporcionó bienestar.
Alvin Toffler señala que el PBI mundial calculado por los organismos internacionales oscila en torno a los 60 billones de dólares. Esa es la Riqueza generada por la economía visible . Pero como acabamos de señalar, la Riqueza no sólo está constituida por la que implica una transacción monetaria, sino también por lo que este autor (el inventor del término) llama “prosumo”, es decir la actividad en la cual una misma persona es productor y consumidor. Este término fue creado en “La Tercera Ola” derivado de la unión de dos palabras: pro(ducción) y con(sumo).
Se estima que la Riqueza generada por el “prosumo” en el mundo, equivale a una suma similar. Es decir la Riqueza generada en el mundo serían de 120 billones de dólares, de los cuales sólo 60 billones están contabilizados en el PBI, mientras que la otra mitad se desenvuelve en la “economía invisible” . En el Perú supongo intuitivamente que este porcentaje puede ser incluso mayor, pues es reconocida la habilidad de los peruanos para hacer cosas por si mismo.
Prosumo ha existido siempre, pero fue en el capitalismo (y de esto sólo hace entre 500 y 600 años) el que separó nítidamente la Oferta y Demanda (producción y consumo) creando incluso un mercado de mano de obra.
En la actualidad este fenómeno está presente en todos los países del mundo. Así por ejemplo los agricultores son prosumidores pues consumen lo que producen. Sin embargo en la Tercera Ola es cuando el prosumo adquiere otra dimensión. Citemos un ejemplo que suena familiar ¿Ha visto que grandes tiendas y supermercados como MAESTRO, SODIMAC no sólo venden herramientas para el “hágalo Ud. mismo” sino que incluso entregan tablas, listones e insumos para que cualquier persona pueda construir sus propios armarios, closetts, etc. Este es un ejemplo casero y conozco un amigo que ha amoblado gran parte de los departamentos que alquila, con este sistema. ¡Y sabe muy poco de carpintería!.
Pero es en el mundo del internet y la tecnología de punta, donde el prosumo adquiere dimensiones …colosales. Un ejemplo: Wikipedia es la enciclopedia más grande del mundo. Tiene más de 37 millones de artículos escritos en 287 idiomas (incluido el esperanto e idiomas nativos). Esta tarea colosal es asumida por miles de personas que actúan como editores en todo el mundo, que lo hacen de manera gratuita y voluntaria. Ellos son prosumidores pues consumen y producen. La comunidad de Wikepedia está conformada por más de 400 millones de usuarios registrados en todo el mundo,
El mundo de mañana será un mundo de prosumidores. Un fuerte impulso provendrá de la masificación de las impresoras 3D, que permitirá que cualquier persona pueda fabricar la prótesis que requiera, los zapatos que diseñe, los juguetes para sus hijos, etc. La producción en masa dará paso a la producción personalizada.
Sin embargo muchos economistas, políticos y periodistas aún piensan y sueñan que nuestro país pueda seguir el camino de “industrialización” que se siguió en Inglaterra, Estados Unidos o la reciente China. Es preciso mirar más el futuro que el pasado.